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Por qué escucharte a ti misma importa al decidir sobre la maternidad

  • denisecarlini
  • Oct 3
  • 2 min read

Con frecuencia, se anima a las mujeres a cuidarse con días de spa, ejercicio o una buena alimentación. Aunque todo esto puede ser nutritivo, existe una forma más profunda de autocuidado que a menudo se pasa por alto: escucharse a si misma.


Escucharte significa sintonizar con tu voz interior, la que a veces susurra bajo el ruido de las expectativas, obligaciones y presiones externas. No siempre es fácil hacerlo, pero es una de las maneras más poderosas de respetar tu bienestar.


Por qué escuchar importa


A muchas nos enseñaron a dar importancia a las necesidades de los demás: ser hijas, parejas, amigas o empleadas primero, y ponernos en segundo lugar. Cuando esto se convierte en un patrón de conducta, es fácil perder de vista lo que realmente queremos.


En una cultura donde “por supuesto querrás tener hijos” sigue siendo la suposición natural, puede resultar difícil separar tu deseo auténtico de lo que has siempre oído de tu familia, amistades o la sociedad. Escucharte interrumpe ese ciclo. Abre un espacio para que tus sentimientos, deseos y miedos salgan a la luz sin juicios.


Escucharte es un acto de autocompasión


El autocuidado no se trata solo de hacer lo que se siente bien en el momento; también significa cultivar ternura hacia ti misma. Cuando escuchas tus propias necesidades, te dices: Yo importo. Mi verdad importa.


Eso podría significar reconocer que no estás lista para la maternidad, incluso cuando otros esperan que lo estés. O que sí deseas un hijo, pero necesitas más claridad sobre cuándo y cómo. O que la respuesta es simplemente “no”, y eso está bien. Escucharte valida lo que es verdadero para ti, no lo que se prescribe para ti.


Cómo se ve la escucha en la práctica


Escuchar no siempre trae claridad inmediata. A veces significa sentarte en silencio con tu diario y notar las emociones que aparecen. A veces es salir a caminar y dejar que tus pensamientos encuentren su propio ritmo. Otras veces es oír esa voz que dice: “Necesito algo diferente” y tener la valentía de seguirla.


Vista cenital de un diario sobre un escritorio con la mano de una mujer escribiendo en él.

Cuando piensas en la maternidad, esto puede verse reflejado en preguntas como: ¿De veras quiero criar a un hijo? ¿O siento que debo hacerlo? Las respuestas pueden no llegar rápido, pero al escucharte permites que tu verdad salga en el momento oportuno.


Cuidarte comienza con la confianza


Confiar en ti misma es un acto radical en un mundo que a menudo les dice a las mujeres lo que deberían querer. Pero el autocuidado sin autoconfianza es superficial. Cuando escuchas—de verdad—construyes confianza en ti misma, y de esa confianza surje espontáneamente un cuidado genuino.


Escucharte a ti misma también es cuidarte. Y cuando la pregunta de la maternidad está en tu corazón, escucharte puede ser la forma más importante de autocuidado que te puedes ofrecer.


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