El autocuidado no siempre es un día de spa: a veces es silencio, poner límites y decir no
- denisecarlini
- 15 minutes ago
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Cuando estás en medio de una de las decisiones más personales y complejas de tu vida—si ser madre o no—el autocuidado adquiere un significado completamente nuevo.

Sí, el autocuidado puede parecer un masaje o un baño detenido. Pero dentro del viaje del programa Ser madre, ¿es para mí? a menudo aparece de formas más silenciosas y a la vez exigentes.
Puede significar crear espacio para sentarte con tus emociones—sin tratar de resolverlas de inmediato. Puede significar decir no a una conversación, a un evento o incluso a una pregunta bien intencionada que te aleja de tu propio proceso. Puede parecerte como alejarte de las expectativas externas para poder escuchar lo que tú piensas, sientes y deseas.
En el libro, Denise Carlini y Ann Davidman hablan sobre “contener tu proceso”: proteger tu trabajo interno de ser moldeado o interrumpido por las opiniones o temores de otras personas. Eso también es una forma de autocuidado. Una que requiere límites, sensibilidad y confianza en tu propio ritmo.
Elegir el silencio sin culpa también es autocuidarse. No es la falta de sonido, sino el acto de escuchar. Ahí vive tu sabiduría profunda—esa parte de ti que ha estado sosteniendo en silencio la verdad, esperando el espacio para hablar.
Cada semana en el programa, el autocuidado es reconocido y respetado como una parte esencial de tu proceso. No como un extra, sino como una manera de apoyar con suavidad las emociones, recuerdos e intuiciones que sin duda surgirán.
Así que si estás haciendo este trabajo—ya sea que estés en la Semana 1 o en la Semana 10—el autocuidado puede significar tomar un baño tranquilo. Pero también puede significar no hacer nada en absoluto, salvo descansar en tu propia presencia y dejar que eso sea suficiente.
La claridad que estás buscando no llega al forzarte. Llega al permitir. Y eso, también, es autocuidado.








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